Los accidentes de tráfico tienen solución

Primero veamos las consecuencias de los accidentes de tráfico, para hacernos una idea de la magnitud real de este problema:

  • En el último siglo han producido en España 250.000 muertes y 14 millones de heridos. En el mundo han sido 35 millones de muertes y unos 1.000 millones de heridos.

  • Cada año mueren actualmente unas 3.000 personas en España y hay 140.000 heridos más o menos graves. De ellos unos 500 quedan parapléjicos en silla de ruedas.

  • Además del sufrimiento personal, el coste para el país es de 16.000 millones de euros (2% del P.I.B.= riqueza), que es una cantidad impresionante con la que se podrían solucionar muchísimos problemas.

  • El 48% de los accidentes laborales son accidentes de tráfico.

  • Los años potenciales de vida perdidos por estos accidentes son el doble que los provocados por el cáncer o enfermedades cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en 25 años los dos mayores problemas de salud de la humanidad serán los accidentes de tráfico y las enfermedades mentales.

Las cifras de muertos en España han empezado a reducirse significativamente desde que empezó el carnet por puntos (un 9% menos en 2007), lo que evidencia que el método que mejor funciona son las sanciones. Al asesino potencial que corre en la carretera poniéndonos a todos en peligro no le influye para nada un anuncio "light" de la DGT.

Las causas de los accidentes son varias pero las más importantes son los fallos humanos por velocidad inadecuada, despistes, conducción temeraria (aún sin saberlo, como ir pegados al de delante), alcohol, droga, etc. Muy pocos son debidos exclusivamente a las infraestructuras (mal estado del firme, señalización, etc.).

La clave de todos está en conducir a velocidad menor de la que pensamos, tranquilamente (sin ir "tipo abuelo" medio parado) y pensando en el "área de incertidumbre" del resto (zona en la que pueden hacer maniobras bruscas sin avisar). No se puede ir "como si nunca fuese a pasar nada" pegado al de delante y a "todo lo que da" la carretera como si fuésemos solos. Los accidentes están en esos despistes y situaciones que apuramos por querer llegar cuanto antes. Yendo suave y con tranquilidad nos quitamos la mayoría de los boletos para tener o generar un accidente.

Correr es síntoma de poca inteligencia porque no se gana apenas tiempo. La mayoría de los tiempos en la carretera no dependen de nosotros (por el tráfico, curvas, etc.). Apurando en los pocos sitios que se puede apenas se gana nada. No tenéis más que hacer la prueba un día en un mismo trayecto, hora, etc. Un día "apurando" y otro "tranquilos" ... ¿cuánto tiempo hemos ganado?. "Apurando" arriegamos más nuestra vida y la de los demás, consumimos más, desgastamos más el vehículo. El escaso tiempo ganado lo perdemos en la gasolinera repostando más, en el taller ... o en el hospital.

Es por eso que reducir la velocidad a los límites establecidos es ESENCIAL. Tenemos que acostumbrarnos (a base de multas, que es lo más efectivo) a que se sale 10 minutos antes y se respetan escrupulosamente las normas. No hay muerte más absurda que morir en un desplazamiento.

No se puede poner un chip en la cabeza de cada uno para controlar qué hace en cada momento, así que la solución es poner radares y coches REALMENTE camuflados (modelos antiguos, con carga, camionetas, radares invisibles tras obstáculos, etc.) que nos disuadan y hagan tomar la costumbre de ir más tranquilos.

Para todas esas maniobras peligrosas que vemos siempre (adelantamientos suicidas, "achuchar" al de delante, etc.) hay que poner coches REALMENTE camuflados con cámaras grabando permanentemente por delante y por detrás (hoy en día eso no cuesta NADA). Así un cafre siempre tendrá la duda de si al que va a adelantar en esa línea continua es un coche camuflado o no. Por supuesto la multa en caso claro y probado de conducción temeraria tiene que ser de no olvidar. Pronto se correrá la voz y en poco tiempo no hará falta tanto control más que de vez en cuando para "recordar".

Por tanto, las soluciones a esto pasan esencialmente por tocar el bolsillo del infractor, está demostrado. Los humanos no nos solemos autocontrolar tan fácilmente y para la gente la carretera es un tiempo muerto que hay que reducir cuanto antes o bien un medio para exhibir lo machos que somos con nuestro cochazo.

Cuando uno corre o conduce temerariamente, para nada piensa en anuncios, en la vida de los demás o en la suya propia porque como “nunca pasa nada”. Los puntos, educación vial, mejora de infraestructuras, etc. contribuyen pero muchísimo menos que una buena multa de las que duelen. Y multas proporcionales a los ingresos, que para un empresario 2.000 € no es nada y seguirá haciendo el cafre con su Audi último modelo (hasta que le caigan 120.000 €).

La solución elemental son multas dolorosas en general y muy dolorosas para casos evidentes que no den lugar a dudas. A uno no se "le ha ido el pedal" cuando va a 200 km/h.

Hay que poner muchísimos más radares, ocultos y en sitios aleatorios y sobre todo peligrosos. El que sean ocultos es esencial como medida disuasoria. Los radares fijos, avisados de antemano son un insulto a la inteligencia humana y una falta de valentía de los políticos. Los políticos no se atreven a tomar medidas antipopulares por miedo a perder votos.

Si la gente viese de cerca que al vecino, amigo, etc. le han puesto una buena multa por saltarse una limitación de velocidad enseguida pondría las orejas tiesas porque el dinero es lo que más duele. Además los radares ocultos son baratos y no serían necesarias campañas larguísimas, la voz se correría enseguida y todo el mundo se acostumbraría a respetar las velocidades, que son la causa mayor de accidentes. Uno se acostumbra a salir unos minutos antes y a ir tranquilamente y no pasa nada.

Por supuesto que las limitaciones de velocidad genéricas por tipo de vía son a veces excesivas. Todos conocemos carreteras sin arcen rectísimas y sin cruces en las que se podría circular más rápido de lo que indica la norma, pero hasta que se pueda controlar técnicamente esos límites (mediante aparatos no hackeables con GPS y mapas vectoriales con limitaciones "ad hoc") los humanos nos podemos acostumbrar a que hay que salir un poco antes y no pasa nada por ir tranquilamente oyendo música, noticias o conversando.

Hay un curioso “efecto masa” con esto de los radares. A cualquiera que preguntes te dirá las idioteces de siempre: que lo hacen para recaudar, que la poli son “los malos” y luego te pasará la lista de radares para que sepas dónde están y puedas correr dónde no están (total apenas hay ocultos). Y con ese auto-engaño y satisfacción de pertenecer al grupo “de los buenos" quizá un día adelantando a velocidad normal, no le dé tiempo a ver ese que viene a lo bestia haciendo slalom y ya sólo le quede descargarse la lista de radares como entretenimiento desde su silla de ruedas.

Para evitar el típico argumento idiota de que “las multas son para recaudar” bastaría la elemental solución de decretar por Ley que la recaudación vaya a una ONG de niños huérfanos y así nos quitaríamos esa cantinela. Hermanos terrícolas: el guardia civil no se queda con el dinero y la DGT no lo usa para repartirlo y llevárselo a casa. Ese dinero acaba en las cuentas del Estado, que somos todos y acaba en alguna obra pública o social que todos disfrutamos. Y aunque fuese así, que multasen a uno que iba a 180 para recaudar dinero, pues no estaría mal porque los accidentes nos cuestan millones de euros tirados que no benefician a casi nadie y podrían destinarse a sanidad, educación,…

Los super-machos de la carretera con su coche superpotente se pegan al de delante, siluetean y hacen slalom entre los que conducimos normal. Ellos conducen rápido porque los demás respetamos las normas (y a los demás). Si todos condujésemos así, no lo tendrían tan fácil porque sería el caos y necesitarías 10 ojos para ver por dónde te vienen. Pero claro, el cerebro no les da para pensar tanto. Ellos piensan que son los reyes de la carretera por su virtud esquivando "lentos".

Otra solución elemental para reducir los accidentes es la limitación electrónica de velocidad. Hoy en día no cuesta nada en un coche moderno. Es otra hipocresía colectiva que campa a sus anchas sin que haya ningún político valiente que ponga en marcha la medida. ¿Qué sentido tiene que un vehículo pueda ir a 230 km/h? ¿Por qué se publicita y se jacta uno de ello?.

En este caso sólo afectaría a accidentes en vías rápidas producidas por ese exceso de velocidad, que no son muchos (la mayoría son en secundarias y a velocidades inadecuadas pero no limitables genéricamente), pero suponiendo que sean 150 víctimas al año por sobrepasar los 120 km/h, tendríamos 150 vidas menos destrozadas + familiares + heridos … Una cosa que cuesta tan poco y que es tan evidente.

Lo se: hay autopistas en las que se podría ir a 150 con igual seguridad que en otras a 120, pero hasta que se invente un sistema de control para cada vía concreta, de momento no hay nada mejor que la limitación general.

Otro ejemplo más de “efecto masa” contra “los malos de tráfico” es el cinturón de seguridad. Antes la gente en ciudad no lo llevaba porque .. “total, no ponen multa”. Es como los cascos “quitamultas”. Los conductores de autobús no se lo ponían porque “como no es obligatorio”. Hermanos: el cinturón te salva la vida en la mayoría de los casos y en muchos otros evita que te rompas la cara contra el cristal o se te hundan las costillas en el volante, póntelo por ti, no por la multa.

Aún así, es vox populi el “póntelo que si no te ponen multa” y es alucinante la cantidad de gente en la ciudad que no se lo pone .. paraos en un semáforo y lo veréis. Yo les haría la prueba de no llevarlo y tener una parada en seco a 30 km/h (por ejemplo contra una farola o muro o peor: coche en contra) para que vean que te puedes dejar la cabeza contra el cristal. Pues imaginaos esa gente que va por la ciudad a 60 km/h o más sin cinturón. En 2007 el 25% de los conductores circulan sin cinturón; es una cifra que va disminuyendo, pero aún así es increíble que 1 de cada 4 personas no vea ese peligro tan evidente.

La distracción por hablar por el móvil es una causa cada vez más frecuente de accdientes. Aquí una solución evidente es poner policías de paisano con cámaras (un móvil con cámara se disimula muy bien) fotografiando a todos lo que hablan con el móvil. Paraos en un semáforo y lo veréis. ¿Por qué si los veo yo tan fácil no los ve la poli? … porque es una medida antipopular que quizá quite el culo del sillón al político de turno. En cuanto se corra la voz de que van a caer 1.000 € de multa porque te pillará tarde o temprano un policía camuflado, ya veréis que rápido se van a comprar un manos libres. No entiendo porqué no se aplica esta medida tan sencilla y disuasoria.

El colmo son los conductores de autobús hablando por el móvil (yo los he visto montones de veces). Uno que se dedica a eso ¿no podría tener un manos libres? ¿tanto cuesta?. Yo a esos conductores que arriesgan gratuitamente la vida de 50 personas les pondría una multa para dejarles temblando.

Aznar se refirió una vez a una campaña de tráfico con una famosa frase: "A usted quien le ha dicho que quiero que conduzca por mi". Esa frase habrá causado, sin él saberlo, varios muertos porque mucha gente dirá: "Si un político de renombre dice eso, yo me uno y tampoco permito que me digan cómo tengo que conducir". Aznar empezó siendo un político coherente, pero se le fué la pinza.

Y la frasecita también del Director de Tráfico diciendo "De momento no vamos a sancionar más cosas que bastantes sanciones hay ya". Sr. Director: "Sanciones, la que haga falta, que salvan vidas. No sea usted tan populista hipócrita".

En resumen: es intolerable conducir fuera de las normas, es una falta de respeto brutal a la vida ajena y a la propia. La solución elemental es poner radares ocultos con multas de las que realmente duelen para que uno se acuerde. Y si es insolvente, se le pone una “marca” para irle descontando el dinero (algún día pedirá un préstamo, pasará por hacienda, por un subsidio, ayuda, .. algo querrá de la sociedad del bienestar que pagamos todos). Y todo ese dinero que vaya a asociaciones de enfermos, ONGs, etc.

Los controles de alcoholemia son escasísimos, se ven muy raramente (a mi no me han hecho nunca ninguno y tendré unos 500.000 km de carretera). El alcohol está implicado en el 35-50% de los accidentes. Uno que conduce con el triple de la tasa de alcoholemia no se ha confundido; merece una multa que le deje una buena huella en su cartera.

Con estas soluciones no eliminaremos totalmente los accidentes, pero sin un porcentaje altísimo (sólo el 4% son debidos a causas mecánicas).

Lo que está claro es que el conductor inconsciente en la carretera, sólo dejará de serlo al ver una multa que le suponga una buena rebaja en los ahorros que tanto le han costado o al tener que ir a visitar a su novia al hospital de tetrapléjicos de Zaragoza.

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